miércoles, 17 de octubre de 2012

Josefa y su marido: la lucha por conseguir justicia ante acosos laborales

El siguiente caso lo cuenta Josefa Simarro Quesada. Es la experiencia, tanto de ella como de su marido, sobre el acoso laboral que ha sufrido éste en su trabajo, que, por motivos de salud, no lo cuenta directamente él.

Empezó a trabajar en la empresa de Fomento de Construcciones y Contratas cuando el ayuntamiento privatizó la limpieza en Barcelona.

Estuvo empleado varios años, hasta que Barcelona se dividió en sectores, de modo que se repartieron en varias empresas y a él le tocó en Urbaser, S. A.

A raíz de eso comenzó todo, su sufrimiento diario, su pesadilla.

Al principio, cuando llegaba a casa, se lo contaba a Pilar, pero ella no lo creía, hasta que ella misma pudo verlo también.

Estando de baja, por una larga enfermedad que padece, le dieron no se sabe cómo, de alta en un cuartelillo de Madrid, y le "habían pagado" tres nóminas!

Como esa cuenta sólo la usaban para la pensión y la nómina, no solían mirarla, de modo que no se dieron cuenta.

"Un despiste xq tenia alli un dinero q era para pagar solo la casa y la verdad no me fije q eran dias de mucho jaleo".

Aún enfermo, les costó mucho demostrar que él no estaba trabajando.

Le dieron enfermedad común porque los médicos particulares de la empresa dijeron que era una persona propensa a tener depresiones. Ha estado tres veces ingresado y sigue en manos de psiquiatras.

Pilar dejó de trabajar porque tenía miedo al quedarse sólo. Continúa a día de hoy teniendo pesadillas, aún sabiendo que no volverá a trabajar.

"Te puedo asegurar y mi hijo venía con migo que habían prometido a compañeros subir de categoria si le hacían que se peleara, para poderlo despedir ¿a que es fuerte ? y parece mentira de esto hará como 14 años y me llamo un compañero y me lo contó que no sabían qué hacer claro se jugaban su trabajo y no veas.

"Me compré una grabadora, fui a buscar al tio con mi hijo que era muy joven y el crío grabándolo todo me lo dijo quien se lo había propuesto".

"Y de esto mi marido se enteró mucho tiempo después ¡¡¡ me fui a hablar con uno de los jefes que me costó lo mío y cuando oyó la conversación no se lo podía creer y eso sólo por ser de un sindicato".

En el 2005 se celebró el juicio, tras sufrir acoso laboral más de tres años.

Sacándole de su puesto de trabajo. Sus compañeros le dejaron de hablar, por miedo a que les cambiaran a un puesto peor...

En Urbasur era conductor de motocarro, pero le descendieron y le pusieron a barrer.

Con una antigüedad de más de 25 años en la empresa. Este acoso sólo lo padecían los veteranos, al tener que indemnizarles con más dinero si decidían despedirles.

Antonio Ramírez Guerrero sufrió acoso laboral por parte de las RRHH del Parque Central, ubicada en la C/ Fray Junípero Sierra, en Barcelona.

Nos cuenta que, el juicio por lo social se ha celebrado el 08-04-05, quedando claramente demostrado que su marido padeció dicho acoso en su puesto de trabajo. El acoso en cuestión ha provocado que su marido padezca una depresión grave.

Cuando dice que quedó totalmente demostrado, lo dice por las declaraciones de los Dres de las dos partes y por los compañeros. El Ministerio Fiscal les dijo que las prueban eran aplastantes.

Aún así, siguen a la espera de la sentencia, después de tanto tiempo.

Al igual que comparten aquí su experiencia, se han dirigido al "Ayuntamiento te escucha" porque el acoso "ha traspasado las fronteras de la misma justicia", palabras textuales de ella.

"La empresa, Urbaser, ha intentado por todos los medios y artimañas posibles que el juicio no se celebrara" asegura esta pareja.

El juicio duró la friolera de 10 horas, en el cual los denunciados dijeron ante la jueza que tenían una cita para el 20 de Abril con la inspectora de trabajo, Pilar Capellán. La jueza afortunadamente no les hizo caso.

Josefa habló con Pilar Capellán el día 13-04-05 y le preguntó si había algo por resolver, para que la sentencia se demorara a la espera de ella. No sólo volvió a ratificar su resolución, sino que además les dijo que, efectivamente, tenían una cita con ella, pero totalmente distinto al caso en cuestión.

Además, Pilar Capellán pedía en su resolución a la empresa que debían hacer el psicosocial. Propuesta a la que se ha negado la empresa, argumentándola, más o menos, lo siguiente: los barrenderos y basureros no lo necesitan.

Pilar, después de toda esta experiencia, no entiende, al igual que muchos de nosotros, cómo el ayuntamiento de Barcelona "deja en manos de semejantes personas a sus ciudadanos" (palabras textuales de Pilar). Parece ser que, debido a esas mismas declaraciones, ha recibido amenazas, pero eso no ha conseguido que se asustara y se marchitara su voz.

Hace constar, además, que su marido no es el único que está sufriendo esta situación en Urbaser.

Como decía al principio, su marido no lo cuenta directamente al tener problemas de salud. Ésta depresión grave la padece él, y la viven tanto él, como Pilar, como sus hijos.

"Lo único que pido es que nadie tenga que sufrir lo que mis hijos y yo llevamos sufriendo estos meses de enfermedad. Es insoportable. Pido por favor que esta situación termine".

Preguntando cómo había acabado, la resolución del juicio y si le habían indemnizado, Pilar responde:

"Ya salió, no se hizo justicia porque es una empresa muy fuerte es del Florentino el del Madrid. Contra esas empresas no puedes luchar; aunque le dijeron que, si algún día se cura, tiene el puesto asegurado. Pero aquí en el pueblo que vivimos, no en Barcelona donde trabajaba él ¡¡¡y se lo dio el jefe que vino de Madrid cuando lo vio claro . Estas empresas que pertenecen al ayuntamiento parecen mafias dependen de los sindicatos tanto FCC como URBASER como CESPA, que además están en toda España, no puedes luchar contra ellas tuvimos un juicio de más de 10h y no nos dio lo que pedía la fiscalía... La jueza ¡¡¡yo creo que le pagaron ¡¡¡ la comprarían seguro porque otra cosa no me explico ".

Ésta es la justicia española... Como en muchas partes del mundo, aunque ganando el pobre, el rico se salva.

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